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Maria Vera y Gasca, 1670. Museo del Prado, Madrid, España. |
Contrae matrimonio con Josefa de Arellano y Irala, hija de Ramiro de Arellano, dueño de las hacienda de Sta. Fe y Moreno en la zona de la Antigua Veracruz.
Al fallecer don Ramiro, Sebastián Hernández la Higuera fungió como albacea y tutor su cuñado Fernando Ruiz Córdova, hasta 1643 año en que dio cuenta de su administración. La extensión de las haciendas se calcula en 26 sitios de ganado mayor (45,630 hectáreas) que eran fueron administradas por Fernando Ruiz Córdoba.
En 1643 el capitán Sebastián Hernandez la Higuera y otros hacendados de la región nombraron a don Alonso Neyra Claver, vecino de Xalapa para que los representará en su persona en el asunto de la regularización de los sobrantes de tierra, pagando la cantidades de pesos necesarias de la caja real de Veracruz.
En el caso de los terrenos del Mayorazgo de la higuera ubicadas en la provincia de Tepeaca, fueron compuestos de conformidad en la suma de $30, 000 a principios de 1644, también se compusieron las estancias de labor, situadas en la jurisdicción de San Juan de los Llanos.
La fortuna puso manos de Don Sebastián numerosas propiedades que las que personalmente no podía atender con la diligencia debida sin embargo nombre a personas de su confianza para que administran sus haciendas pero finalmente optó por arrendar las al mejor postor durante periodos de 9 años.
Aunque para ello en el caso de los bienes vinculados fueron necesarios una licencia, pues otra forma se contenía una de las cláusulas del Mayorazgo constituido por su abuelo Francisco Hernández de la Higuera.
A mediados del siglo XVII, los ingenios de la Santísima Trinidad y de la Concepción en el área de Xalapa la Hacienda de San Mauricio en la provincia de Tepeaca, la hacienda de San Roque y Santiago la provincia de San Juan de los Llanos, la estancia de Zempoala y la Hacienda Santa Lucía en la zona de Veracruz la vieja la casa y tienda de Puebla y en un momento dado el encargo de las haciendas Santa Fe y Moreno constituyeron unidades administrativas que requerían de una estrecha vigilancia para evitar su deterioro.
Don Sebastian mantuvo a los dos ingenios molientes y corrientes hasta 1654 a pesar de los problemas económicos. En 1631 adquirió de Juan de la Cerca, vecino de Tlaxcala, 200 bueyes a razón de $13 pesos y 6 tomines cada uno con la finalidad de refaccionar las fábricas de azúcar; tres años después, dio poder a Juan Montero vecino de Veracruz para que comprar esclavos negros hasta por la cantidad de $20, 000 pesos, nombrando al comerciante Fabián Chacón, vecino de México, administrador en la venta de azúcares de aquella ciudad. En la venta de las lanas de sus haciendas, comisión a su primo Nicolás Suárez de Vargas y Mateo Hernández Palacio. En 1648 designó a su primo Alfonso Gutiérrez de Ceballos su comisionista para vender 1,000 arrobas de azúcar blanca y 500 fanegas de trigo en la ciudad de Puebla, en 1642 su cuñado Fernández Ruiz de Córdoba, hacia posturas en su nombre a fin de lograr, en la concesión del ayuntamiento para el abasto de carne de novillo y de ternero en la nueva Veracruz.
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Retablo de la iglesia de Sto. Domingo en Puebla de los Ángeles Foto: Ulises García Sánchez |
Concluyó un retablo mandado a construir estancia de Don Andrés Pérez de la Higuera del cual se hallaba situado en la capilla lateral de la iglesia de Santo Domingo en la ciudad Puebla.
En 1645 ajustó cuentas con su tía Beatriz Márquez te amarilla viuda de Juan de castillete sobre la renta de un censo de $40,000 pesos cargado al Ingenio de la Concepción, así como el pago de intereses de una escritura por la cantidad de $20,065 pesos a razón de 7%, signada cuatro años antes. Se comprometió a pagar $690 a los religiosos del convento de San Ángeles de Carmelitas de los corridos de una capellanía que había fundado a su abuelo Juan Díaz Matamoros tanto hizo con Juan Arias médico del Ingenio de la Santísima Trinidad, al que le adeudaba, $61,32 pesos, a su tío Juan Fernández de la Higuera, Vicario del Ingenio Grande, durante los años 1631 a 1654 le debía $7,240 pesos por los servicios religiosos prestados a los pobladores del Ingenio azucarero.
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Ruinas de la Limpia Concepción de Ntra. Señora Congregación del El Chico, Municipio de Emiliano Zapata Foto: Ulises García Sánchez |
En 1644 una enfermedad le impide seguir en la dirección de sus negocios tuvo el apoyo de su familia y en especial de su esposa Josefa de Arellano la cual desde el 7 de octubre 1654 se hizo cargo de la administración del Mayorazgo. Doña Josefa a rentar una parte de los bienes y otro quedó bajo la vigilancia de mayordomos dependientes de su autoridad, de cumplir con las obligaciones económicas contraídas. Hizo un arreglo con Juan de la Gala, vecino de Xalapa para que le hiciera espera en el pago de una deuda de $1800 de los salarios del finado Bartolomé Jiménez cirujano de los dos ingenios.
Asimismo dirige una petición en términos semejantes a su tío Don José de Goitia racionero de la catedral de Los Ángeles obligando a pagar los diezmos de los azucares y mieles que le debían en 1658. En la misma fecha enfermó su hermano Fernando Ruiz de Córdoba poseedor del Mayorazgo, fundado por el licenciado Gaspar Luis de Cabrera sobre los sobre las haciendas Santa Fe y Moreno y el uso de tener derechos de dichos bienes, dio poder a su hijo Francisco de Higuera Matamoros para que lo representara aquella causa.
Don Sebastián pasó los últimos años de su vida recluida en el Ingenio de la Santísima Trinidad donde falleció el 22 de junio de 1663 víctimas de un viejo para padecimiento.
De su matrimonio con doña Josefa y Tuvo cuatro hijos Francisco de la Higuera Matamoros, Juan de la Higuera Matamoros, José de la Higuera Matamoros e Inés Irala y Arellano, de la cual siguiendo el orden de la primogenitura a Francisco le correspondió de edad el Mayorazgo de la Higuera.
Fuente: El Mayorazgo de la Higuera, Gilberto Bermudez.